El mayor HIPOCRITA de la política española acusa al timorato PP de pecar de hi…po…cre…sí…a.
Y el PP de Feijoo se asusta porque este chulo de piscina le quiere meter en el mismo saco de indignidad que está él. Quiere equipara cruzar dos palabras con alguien de Junts por parte de algún pardillo del PP con la sumisión a la voluntad de Junts, con saltarse la legalidad mediante una amnistía que antes de necesitar 7 votos reconocía como inconstitucional y con cargarse el Poder Judicial y el Estado de Derecho en España. Y esto no lo hace alguien que solo es un hipócrita, esto es obra de un sátrapa de república bananera actuando mientras necesite los votos de la ultraderecha de Junts camino de la dictadura.
Feijoo tiene un problema, piensa que se puede tratar con educación a un maleducado, que se puede rehabilitar con palabras a un sicópata, que se puede fiar de alguien que carece de palabra, que puede llegar a acuerdos con un mentiroso inmoral y que con el tiempo cambiará y actuará con decencia.
Esta gente solo teme a los que le plantan cara y le dicen alto y claro “me gusta la fruta”. O a los que les dicen que los fachas los verán reflejados en su espejo cuando se lavan la cara.
¿Alguien cree que Bukele habría pacificado El Salvador negociando y dando privilegias a las maras? Con la delincuencia solo funciona la mano dura. La debilidad refuerza al delincuente. Baste recordar los asesinatos en Barbate.
Y no vale lamentarse si VOX quita cuatro o cuatrocientos votos al PP en las elecciones gallegas. Es el PP el que los pierde por no convencer a un electorado que pide contundencia. VOX tiene derecho a presentarse a las elecciones, porque lo contrario sería abandonar o desaparecer por mimetizarse con el PP blandiblú. Es el PP el que tiene que ofrecer algo a esos votantes y no pretender la alternativa de el monopolio del voto de derecha. El HIPOCRITA ya ni hace campaña por el PSOE gallego, le basta con debilitar a su oposición en el ámbito nacional. Ya perdió unas elecciones y gobierna vendiendo el país. No le va a importar, llegado el caso, vender otro retal.
Serán los gallegos los que decidirán, con o sin conocimiento. Pero la labor del PP con su política nacionalista, excluyendo el español y creando una administración exclusivamente galleguista, puede pasarle factura. Alimentaron al monstruo y ahora, aunque disfrazado es demasiado grande.
Hasta el hipócrita apoya a un partido que lleva en su programa la autodeterminación. Sánchez prefiere perder las elecciones y apoyar al BNG (alguien los ha definido como Bildu Nacionalista Galego) y que los españoles paguemos las facturas que le pasen, a que gobierne la lista más votada.
¡HI…PÓ…CRI…TA….!