LAS CUATRO GRACIAS

Que las políticas de cuota son un desastre, lo demuestran las políticas de cuota.

No es un trabalenguas.

Desde que se están aplicando cuotas, en este caso cuotas de mujeres en determinados ámbitos, se constatan que están alcanzando esos puestos normalmente personajes que por méritos reales nunca lo hubieran logrado. Es más, lo más habitual es encontrarnos que están donde están porque las ha colocado el partido o su jefe superior precisamente por su obediencia ciega, por su falta de méritos y su eterna deuda con quién les ha encumbrado injustamente y que además les puede dejar caer y devolver a la triste realidad de su mediocridad.

De izquierda a derecha, Pilar Bernabé, Sandra Gómez, Diana Morant y Leire Pajín. Cuatro currículums donde si se omite su paso por los cargos políticos (o cargos para políticos en espera), se reducen a la nada. Cuatro ratitos de becarias en empresas o algún bufete y poco más.

De ahí, por gracia de la Santa Cuota, la nulidad de las “miembras” de la congregación de la obediencia Sanchista, se convirtió en cargo. Muchos cargos, muchos organismos, ningún contenido. Viviendo del trabajo de los demás y colaborando a la ruina de muchos. Alguna de estas “miembras” ya fue sacerdotisa de la iglesia del Contador de Nubes. Con los mismos méritos. Obediencia y servidumbre. Y como premio poltrona y privilegios. 

Aupar a puestos de teórica responsabilidad cuando el/la responsable tiene que solicitar autorización a su “amo” supone tener unos títeres al servicio de los políticos en lugar de estar al servicio de la ciudadanía.  Hecho que se agrava en el caso de la Comunitat Valenciana y Valencia.

La delegada de Gobierno Pilar Bernabé ha demostrado su sectarismo y su sumisión al gobierno central, siempre en detrimento de la Comunitat. La seguridad ciudadana se ha deteriorado. Robos y violencia se ha extendido. Barrios de la ciudad se han convertido en guetos. El soterramiento de las vías para evitar el paso a nivel de la muerte en Alfafar, le parece caro. En Cataluña los soterramientos deben ser gratis. En nuestro pueblo, han tenido que ser los vecinos, los que hemos pagado la restauración de la iluminación en el paso elevado sobre la Pista de Silla. Mintió diciendo que se estaban realizando estudios técnicos (más de 10 años sin iluminación) y se resolvió en segundos cuando nuestro generoso alcalde le dijo que lo pagaban los vecinos de Sedaví.

De Sandra Gómez, vicealcaldesa con Ribó, ¿Qué se puede decir?. Nada. Pues eso. Le han ofrecido un destino dorado en Bruselas, donde no tendrá ningún trabajo. Calentar sillón y pulsar botón cuando le den la orden. Aunque vote en contra de los intereses valencianos. Hay que ser agradecida. Estos días ha difundido Alvise lo que “rascan” lo eurodiputados. Ni en los mejores sueños de Sandra.

En cuanto a Diana Morant, es secretaria de los socialistas valencianos, elegida “democráticamente” con el voto único de Pedro Sánchez. ¿Qué se puede esperar?

Gracioso resulta leer en Wikipedia ”es una ingeniera de telecomunicación y política española.”.

Vista su experiencia laboral en el sector privado (aparentemente trabajó en Alhena Ingeniería entre mayo de 2008 y febrero de 2011 e impartió un curso de Domótica en la empresa SGS Tecnos en julio de 2011) resulta paupérrima. Cortito currículum, cuando hay que rascar tanto: “impartió un curso de domótica”. Escasito.

Por otra parte, se ha manifestado como una auténtica trepa y sectaria. Aunque hay que decir en su favor, que a pesar de la cantidad de fotos en las que aparece junto a Ábalos, apenas lo conoce. 

Y de Leire Pajín, descubrimiento interestelar de Zapatero, hay que decir que marcó un hito. Llegó a ministra abriendo el camino a innumerables nulidades posteriores. Fue del grupo de precursoras. Con ZP se abrió la caja de las esencias, cualquiera puede ser presidente de España y por supuesto cualquiera puede ser ministra. Después del desastre del zapaterismo se quitó de en medio y según dicen “abandonó la política” para recalar en la Organización Panamericana de la Salud. ¿Cuánto nos costó a los españoles colocarla ahí? Y ahora vuelve a la política de la que nunca se fue. Vuelve a la mamandurria. De Estados Unidos a Bruselas. I de forment ni un grà.

Nunca nadie hizo tanto mal a las mujeres válidas. Que son muchas.

Deja una respuesta