
Feijóo no se cansa de señalar todas las ilegalidades que va perpetrando Sánchez.
Desde la amnistía, claramente inconstitucional hasta que Sánchez necesitó los 7 votos de Puigdemont, la condonación de la deuda catalana o la cesión del control de frontera e inmigración a la Generalitat. Todo inconstitucional y a la espera de que por mandato de JUNTS, sumisión de Sánchez y engaño de Conde-Pumpido devenga mágicamente en constitucional. Todo delito, gracias al mago Conde-Pumpido se puede convertir en virtud. Cueste lo que cueste y a quién le cueste. Que siempre somos los mismos.
Y Feijóo repite que eso está muy mal. Que el PSOE no se porta bien. Y que JUNTS…bueno, tendrá que cambiar, que en definitiva son más de derechas que el PP e igual un día hay que comprarle también sus votos. Como siempre se han comprado desde que JUNTS era CIU.
Y lo vuelve a repetir: Sánchez malo. Sánchez travieso.
Lo que no le oímos, como en su día tampoco a Rajoy; es decir que cuando llegue al poder todas las ilegalidades va a revertir y a los responsables se le va a aplicar el Código Penal. Desde el último ministrillo/a al presidente del Tribunal Constitucional, pasando por el presidente del Gobierno. El que haya prevaricado lo tiene que pagar. Si no, se está premiando al delincuente.
E inmediatamente poner en marcha la motosierra y comenzar a recortar despilfarros innecesarios y saqueos de políticos y organizaciones afines.

Pero recortes serios. No podemos ser un país donde el dinero se despilfarra, máxime cuando no se tiene. La Deuda Pública es la mayor de la historia de la España “democrática”. El sector privado desapareciendo, la industria desmantelada, la agricultura (ganadería y pesca) agonizando y el funcionariado y seudo funcionariado creciendo. Regalos y privilegios a terceros países incomprensibles y perjudiciales para nuestro país y creando un efecto llamada para que todos los “ingenieros” de África lleguen a Canarias o a la península para albergarlos en hoteles.
Y mientras viendo como el dinero de nuestros impuestos se lo llevan crudo esposas, hermanos, amigos y amigas de los amigos. Y nuestros hijos y nietos emigrando si quieren tener alguna expectativa de progreso.
Pero Feijóo, como Rajoy en su día, está cómodo pensando en heredar. Sin cambiar nada. Rodeado de palmeros/as tan “blandiblus” como él. Sin dientes ni convicciones.
Y el posible votante del PP no acaba de estar convencido que su voto caerá en buenas manos. Y de esa debilidad se aprovecha el sinvergüenza de La Moncloa.
Se necesita una motosierra como la de Milei y Feijóo debería estar poniéndola en punto. Gasolina y aceite y cadena bien afilada. Y ANUNCIARLO CONSTANTEMENTE. Y si el destino le lleva a presidir lo que quede de nación, revertir en dos días al estilo del cafre Trump todas las barbaridades de estos progresistas de la ruina. En este caso, estaría justificado hasta el ser maleducado.
Pero no lo veremos.