El perdedor de las últimas elecciones generales intenta justificar sus acuerdos con la extrema derecha de JUNTS que le han alzado a la presidencia, erigiéndose como nuevo Centinela de Occidente y freno de la derecha, la ultraderecha, la derecha extrema, la extrema derecha la de Meloni y la de Milei. Realmente lo que le importa es seguir en el poder, aunque arruine el país. Pero sabe que la cantinela de los avances sociales, la economía que va como una moto, las viviendas para jóvenes… quedan en evidencia con la pérdida de poder adquisitivo de los españoles, la desaparición de la clase media, la inflación, el incremento de la carga impositiva y el retroceso en todos los indicadores de progreso.
Los “progresistas” han traído retroceso, decadencia e involución.
Les queda solo decir que vienen “los otros”. Pero resulta qué a los otros, los han votado, y los españoles han votado más al PP que al PSOE y más a VOX que a SUMAR. El resto, en su mayoría son partidos que estarían ilegalizados en una democracia sana. Herederos de terroristas, independentistas cleptómanos y xenófobos. Partidos que fomentan el odio entre españoles y que rechazan a España.
Pedro Sánchez quiere levantar un muro para frenar en seco la llegada de la derecha de modo que mientras él sea presidente del gobierno “ni una sola involución, ni un paso atrás va a contar con el beneplácito ni con la indiferencia del gobierno de España. Ninguno”
Para variar, en una “entrevista masaje” en su TVE ha mentido negando lo dicho. Es más, el mentiroso acusa a los demás. A pesar de la hemeroteca.
El problema es que España tiene un gobierno de ultraizquierda compuesto por la mayor cuota de descerebrados imaginable y tutelado por filoetarras y la extrema derecha de JUNTS y vigilado desde Suiza por un salvadoreño.
Interesante el artículo de D. Juan Alfredo Obarrio, catedrático de Derecho Romano:
En el mismo sentido, hemos escuchado a la “progresista” y “artista de la ceja” Marisa Paredes, ex presidenta de la Academia del Cine y sectaria de manual, atacando a Isabel Ayuso por su visita a la capilla ardiente de Concha Velasco instalada en el teatro La Latina “¿Ayuso que hace aquí?. Fuera.” ¿Sabe que Isabel Diaz Ayuso es la presidente de la Comunidad de Madrid? Votada por mayoría absoluta. ¿Va a levantar también muros (o paredes en este caso) esta sectaria, amiga aumentar impuestos a los demás para vivir de subvenciones?. Seguramente en su parte de muro, quedarían pocos sanos. Ha quedado a la altura de un repugnante Patxi López en el sepelio de Isaías Carrasco.
Solo los medios subvencionados definen el sectarismo y mala educación de Marisa Paredes diciendo que “se enfada”, “carga”, “afea” “explota”,… ante la presencia de Isabel Diaz Ayuso.
Hay que agradar, que hay que “comer” todos los días. Y la consigna es “todo vale contra Ayuso”.
También están las declaraciones de un gran “me gusta la fruta”. Aquel que se burlaba del Holocausto nazi o de Irene Villa y las niñas de Alcasser. Un “progre” más. Gentuza.
Nos quedamos son las declaraciones de Alfonso Reyes : “Un tanatorio no es lugar para afear a nadie su presencia. Mucho menos si no eres familia del finado. Hacerlo denota poco tacto, poca educación y falta de clase”.
¡Cuánto odio destila la “progresía”! ¡Y que poca clase!
Y es que hay cosas que no se pueden subvencionar.