DELINCUENTES CONFESOS Y CONFUSOS

Por menos que el acoso que está practicando el gobierno de Sánchez sobre Ayuso, muchos hombres serían tratados de machistas y maltratadores. Como no ha sido suficiente con llamarle asesina por lo ocurrido durante el confinamiento ilegal al que nos condenó Pedro Sánchez, ahora los guionistas de La Moncloa han encontrado otra palabra a repetir. En este caso son dos: “delincuente confeso”. El novio de Ayuso es un delincuente confeso según los coros y danzas monclovitas y por tanto Isabel Diaz AYUSO ya no tiene derecho a su vida.

Es más, el presidente del gobierno y secretario general del partido más corrupto de Europa (el PSOE, para quién no lo adivine) se permite hablar de un diccionario de la corrupción comenzando con la “A” de Ayuso y terminado con la “Z” de Zaplana. Acusa de corrupción a Ayuso; el marido de Begoña, hermano de David, hijo de papá vinculado a Playbol, yerno de un empresario de “saunas”… que tiene a todo su entorno pringado. Aunque no confeso.

No ha tardado Ayuso en repasarle el abecedario, esta vez con letras mayúsculas y minúsculas “A” de Abalos, que también de Aldama, o la “B” de Begoña, Barrabés o Berni…para llegar a la “Z” de  Zapatero, donde también cabe Zarrías.

Y es que no es lo mismo defraudar a Hacienda (que no somos todos) e intentar pactar con el rodillo de la Agencia Tributaria, que disfrutar de patente de corso y no necesitar ni pactar. Son curiosos los casos del hermano del presidente y su residencia portuguesa “trabajando” en Badajoz o el patrimonio acumulado sin presunta generación de rentas. Quien más y quién menos, incluso sin saberlo, es un delincuente confeso. Por un error en la domiciliación de un tributo, por una declaración paralela con liquidación en la que te hacen firmar en conformidad, confesar y cumplir la penitencia en euros, incluso por errores de la misma Administración en liquidaciones que te resulta más barato pagar que contratar los servicios de un abogado y procurado; terminas “confesando” y penitenciando.

Se le podría preguntar a Xavi Alonso (y cientos más) sobre su vía crucis tributario.

Otra cosa es que con dinero de la trama de los ERE el marido y la exdirectora de la Guardia Civil puedan adquirir cinco viviendas. Pero aquí no hay confesión, hay absolución vía cualquier error documental o en plazo que impide juzgar, condenar y devolver lo robado. O como no se detectan signos externos como el de disfrutar de una vivienda en la Plaza de España de Madrid de 2.700 euros mensuales de alquiler por alguien que no tiene ingresos oficiales. Aunque sí ingresos “confusos”.

Por tanto, aquello de “delincuente confeso” resulta insultante en boca de algunos.

Milei por ejemplo, dice: “El Estado es una organización criminal, violeta que vive de una fuente coactiva de ingresos que se llama impuestos y por lo tanto los impuestos son un robo…”  “Además los impuestos son una rémora de la esclavitud. De hecho la esclavitud no es más que 100% impuestos, por tanto bajar impuestos es devolver libertad a los ciudadanos”.

Evidentemente el Estado necesita de unos impuestos. Son muchos los que nos cobran de manera “invisible” en lo que se llama impuestos indirectos que pagamos todos los consumidores, excepto los subvencionados, que pasan esa factura a los obligados a ser solidarios mediante coacción.

Pero como la vocación del gobierno es llegar al 100% de impuestos, es entendible que algunos ciudadanos intenten pagar lo mínimo. Máxime cuando en España siempre pagan los mismos y ven como su dinero se dilapida o simplemente se roba. No existe control en las ayudas sociales que no suelen llegar a los más necesitados mientras los más pícaros son especialistas en captar ayudas en los más diversos organismos y ONGs. Intuimos como tramas como las de Aldama se enriquecen. Koldos, Ábalos, Begoñas, Barrabeses, Armengoles… todos tienen un nexo común. ¿Lo confesarán?.

En definitiva, Sánchez con su pánico a Ayuso, está confirmando qué si España tiene un escape del vertedero en que la está convirtiendo, es en este momento de la mano de Isabel Díaz Ayuso. Y en el PP deberían saberlo

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