Cabanes, alcalde de Sedaví, presidente de la Mancomunidad de L’Horta Sud y acólito de Pilar Bernabé, delegada y predicadora del Nivel 2; no quiere celebrar plenos presenciales con vecinos. No vaya a salir escaldado como Adsuara y eso disguste a Bernabé.
Recordemos que en un acto de generosidad nuestro alcalde nos “cargó el muerto” de apechugar con la reposición del alumbrado del puente sobre la pista de Silla y el pago del consumo energético propiedad del Ministerio de Fomento. La delegada Bernabé decía que el tema estaba parado por complejos estudios de tráfico y de seguridad vial*, hasta que Cabanes dijo. ¡Aixó ho pague jo! (y lo pagamos los sedavienses). Ese dinero que nos trincó el gobierno del que eres delegada, hoy, sería una ayuda más para los damnificados por la RIADA. ¿Verdad Pilar?
https://www.levante-emv.com/horta/2023/10/14/sedavi-podra-iluminar-puente-pista-93215520.html
Para nuestro alcalde, algunos vecinos son una cosa molesta. Especialmente si son reivindicativos y no forman parte de ese pesebre municipal tan dócil y fiel. Ese ejército que tendría dificultades en justificar sus sueldos o subvenciones en una empresa privada.
Prefiere más estar en los medios y ver si puede medrar. Que a la vista de las eminencias que han llegado a ministro/a, tampoco es algo descabellado. Pero claro en esa carrera, no puede permitirse salir mal retratado en ningún momento. Ya le denunció un policía municipal, ha sido amonestado por la Agencia Valenciana Antifraude por las corruptelas urbanísticas en la UE-2, el asunto del centro de salud, la permanente falta de transparencia…
Tal es el miedo a cualquier información que perjudique su imagen, que prefiere esconderse.
Nos enteramos por casualidad que la ministra Diana Morant (pobreta…) y Pilar Bernabé (careta…) habían visitado nuestro pueblo. Circula una fotografía en la que los tres están rodeados por la policía y sin ningún vecino. ¡Y es que los palos de escoba los carga el diablo!
Mejor sin vecinos, que en un pueblo de 10.000 habitantes sabe Dios la cantidad de ultraderechistas armados con cepillos y espuertas puede haber. Y con trajes de camuflaje color lodo. Lo mejor ir sin avisar, hacerlo cortito y volver a la comodidad. Como la ministra Robles.
Y claro, después de tantas precauciones, pretender que se celebre un pleno abierto a los vecinos, no es de recibo. Es de ser ultraderechista de la ultraderecha de la escoba de derechas.
Porque igual algún ultraderechista se le ocurría preguntar porqué no se le veía el pelo a ningún funcionario ni al alcalde los primeros días después de la RIADA. O alguno de la extrema derecha podía preguntar porqué la delegada del gobierno no envió inmediatamente a las fuerzas de orden público a evitar saqueos y pillajes y garantizar la seguridad siendo que estaban a 500 metros de Sedaví cruzando el cauce nuevo del Turia (vale la pena escuchar a Posteguillo).
O preguntar el porqué del descontrol en el reparto de comida, artículos de limpieza y otros bienes, o porque no han tardado en llegar las ayudas de Amancio Ortega, o como se va a controlar el reparto de esas ayudas y como se le va a dar transparencia (importe por importe, beneficiario por beneficiario), o como va el ayuntamiento a adaptarse a la nueva situación (¿se va a apretar el cinturón o querrá apretarlo más a los vecinos?)…
Cabanes no quiere preguntar incómodas.
Y menos afrontar el riesgo de tener un pleno como el del vecino pueblo de Alfafar. Cabanes prefiere su coca cola y un pleno telemático, un e-pleno con un e-alcalde. Y un cigarrito.
Y Compromís de comparsa.