El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, este señor con aspecto primitivo y primitivo en sus declaraciones, Óscar Puente nos informaba sobre el último incendio de un tren de Extremadura: “Hay que acostumbrarse. Son incidencias normales” y añadía “A veces se incendia un tren”. El ministro dice que hay que acostumbrarse a estas incidencias porque son lo normal.
El tema de las comunicaciones ferroviarias en Extremadura es tercermundista. Se ha dado el caso de que en un mismo recorrido se han averiado dos trenes y se ha tenido que utilizar un autobús para llegar al tercer tren.
Pero el ministro nos da la solución: Acostumbrarse a recibir un mal servicio.
El parque de maquinaria ferroviaria está obsoleto: “Estamos estirando el material ferroviario todo lo que podemos y eso tiene sus consecuencias”. “No se renueva desde 2008 en Cercanías y desde 2010 en el caso del AVE y media distancia”. Esto nos dice el ministro del gobierno que nos ha subido más los impuestos y que ha incrementado más la deuda pública. No hay dinero para dar servicio a los contribuyentes, debe haber resignación. Acostumbrarse. Por que además nos dice que en estos años se ha incrementado el número de viajeros. Que se supone pagarán su billete. Hay más viajeros, hay más pasajes, hay más impuestos, pero hay menos trenes en condiciones.
Curiosamente, también el FALCON realiza más viajes. Realizan muchos más viajes que nunca y sin embargo parece que no se incendian o averían todas las semanas. Nos hubiéramos enterado. Nos hubiéramos enterado de la avería. Del motivo de muchos de los viajes, no. Secreto de Estado.
En esto consiste. Acostumbrarse a peores servicios. Acostumbrarse a peor cesta de la compra. Acostumbrarse a pagar la energía a precios exorbitantes. Acostumbrarse a tragar con las mentiras del gobierno. Acostumbrarse a la pérdida de libertad. Acostumbrase a no pensar. Acostumbrar a la dictadura.
Y la gente se acostumbra. Llegó la pobreza energética cuando los precios subieron un 4% con un gobierno de derechas, pero se acostumbraron a incrementos del 88% en 2022 con Sánchez. Se acostumbran a comer menos carne, menos pescado y menos fruta y verdura fresca. El aceite de oliva ni verlo. Se acostumbran a los congelados y procesados. Se acostumbra a que desde la administración se le atienda peor, a seguir viendo que no hay funcionarios en ventanillas porque están de teletrabajo. Hay que acostumbrarse a pagar más impuestos. Acostumbrarse a que las fuerzas de orden público tengan menos dotaciones. Acostumbrarse a que la delincuencia de todo tipo aumente e imponga su ley. Acostumbrase a que asesinen a guardias civiles o policías. Acostumbrase a que el PSOE vote en Europa contra la declaración de profesión de riesgo para guardia civiles y policías. Acostumbrase a amnistías e indultos a delincuentes.
Aquí, en nuestro entorno hay que acostumbrarse a que los muertos en el paso a nivel de Alfafar vayan sumando, acostumbrarse a que los vecinos tengan que estar en tratamiento por los trastornos para la salud que supone el paso constante de trenes a metros de sus viviendas, acostumbrarse al muro invisible de las vías. Pero la delegada del gobierno Pilar Bernabé (de los Bernabé delegados de gobierno de toda la vida) nos da la solución: se elimina el paso a nivel. Y según ella el problema desaparece. ¿Pasarela, túnel o aislamiento? ¿Cómo pasan los mayores?
Pretende eliminar el problema más grave, los muertos; pero los demás problemas de salud y aislamiento seguirán y seguramente se incrementarían. Los vecinos en contra de este parche. La solución es el soterramiento de las vías. ¿En Cataluña es posible y aquí no?.
Dada la solución que pretende la delegada de gobierno en Valencia (recuerden la solución que dio para la reparación de la iluminación del paso elevado a Sedaví por la Pista de Silla que llevaba años siendo estudiado por el ministerio, pero que se solucionó en dos minutos cuando los vecinos de Sedaví asumieron el pago de reparación y suministro de luz gracias a la “generosidad” de Cabanes con el dinero ajeno) nos preguntamos si no sería mejor eliminar ADIF, RENFE y todos los trenes y ferrocarriles de España. Con tan genial idea se eliminaba no solo el problema del paso a nivel de Alfafar, también el de los trenes constantemente averiados en Extremadura.
Sería cuestión de acostumbrarse.