En la primera parte de estos comentarios, intentábamos entender como habíamos caído tan bajo, Y comentábamos que con la cultura del “todo gratis y sin esfuerzo”, una educación cada vez peor y la clase política que dirige este país, es fácil entender lo que lamentablemente nos está ocurriendo. Seguramente lo primero es fruto de los segundos.
Nos siguen repitiendo que vivimos en el Estado del Bienestar y gobernados por progresistas. Y nos lo dicen desde todos sus voceros a sueldo o dependientes de la magnanimidad del gobierno.
Y nos lo creemos, cuando la realidad es que estamos en Estado de Alarma (o en 17 estados de alarma) y sin saber si estas medidas van a tener efectividad o no. Recordemos que venimos de “derrotar el virus”, de “doblar la curva”, de “salir más fuertes”, de hacer malabares con las estadísticas y como David Copperfield hacer desaparecer 50.000 muertos de nuestra visión.
¿Por qué tenemos que creer a quién nos ha mentido siempre?. Porque aunque sabemos que la letra es falsa seguimos pensando que la música suena bien. Aunque sea la peor canción del verano. La Sra. Celaá (la del colegio privado internacional de élite) nos anuncia que los alumnos de la ESO van a poder pasar de curso sin límite de suspensos. Un precipicio a medida para que la caída sea más rápida. Si el nivel de enseñanza en los últimos años iba cayendo lastimosamente, ahora va a caer de golpe. La situación es la siguiente: de seguir las cosas así, uno podrá terminar la ESO sin acudir a clase ni leer un libro. Si cambia el panorama y volvemos a una “normalidad normal” los cursos perdidos también van a marcar a estas generaciones. Tanto a los que pasaron de curso sin pena ni gloria como a los que se esforzaron, que verán depreciado su título. Una sociedad igualada en la mediocridad. Adormecida y dúctil.
Ahora el gobierno quiere decretar el Estado de Alarma por 6 meses. Se ha establecido el toque de queda ajustable en cada comunidad autónoma y el Sr. Sánchez poniendo tierra por medio para eludir su responsabilidad. Entraremos en un aluvión de interpretaciones jurídicas que se dilatarán en el tiempo. Y entretanto el virus campando a sus anchas y las expectativas de recuperación diluyéndose. Y el gobierno intentando que todo el mundo avale su golpe a las instituciones democráticas y entretanto ver si el maná europeo llega y se reparte según interese al gobierno.
Si el Sr. Sánchez concentra todo el poder durante seis meses, consigue que se censuren las críticas al gobierno, neutraliza o secuestra a la oposición, mantiene el pesebre aunque sea bajo mínimos, destruye totalmente la educación y la economía, vamos a tocar fondo y a partir de ahí solo quedará excavar para esconderse del desastre. Porque escapar va a ser imposible.