EL 8 DE MARZO Y LAS MUJERES

“Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a cualquier mujer sin su consentimiento”  (Susan B. Anthony. 1820-1906).

El refranero es sabio. No siempre acierta y en algún caso ha quedado obsoleto por el propio avance de los años, pero en cuanto se refiere a la condición humana, suele acertar.

“Dime de qué presumes y te diré de qué careces”.

El gobierno que nos desgobierna lleva en su tarjeta de presentación “progresista” y “feminista”. Como si quisiera presentarse como galáctico o supercalifragilisticoespialidoso. Los hechos son los que son y la mayoría de los españoles son más pobres y a la mayoría de la mujeres no se le ha mejorado la vida. Excepción sea hecha de ministras, directoras generales y afines en el ámbito de la política. Con lo que parece que en este caso estamos ya en la igualdad, según sentenciaba la doctora Estelle Ramey: “La igualdad llegará cuando una mujer tonta pueda llegar tan lejos como hoy llega un hombre tonto”.

Pero está igualdad solo ha llegado a un grupo de privilegiadas. La mayoría aupadas directa o indirectamente por un hombre o una cuota. Este matiz no lo contemplaba la doctora Ramey.

Tras la tormenta desatada por las declaraciones y comportamiento de la Secretaria de Estado de Igualdad, Angela Rodriguez “Pam”, desde el gobierno han detectado que las mujeres están hartas de tanta manipulación y que ese descontento se puede traducir en pérdida de votos.

La maquinaria de maniobras de distracción que el PSOE tiene constantemente calentando motores se ha puesto en marcha. Hay que recordar episodios como el del falso denunciante de Malasaña que se dejó marcar el glúteo en una sesión de sadomasoquismo y que el Gobierno se apresuró a calificar como un ataque homófobo. O el de la navajita ensangrentada con pintura, o el envío de unas balas.

Ante el anuncio de un protocolo “provida” para aumentar la natalidad según la Junta de Castilla y León y “antiabortista” según el PSOE, en el que se incluye que la embarazada pueda escuchar los latidos del corazón y disponer de imágenes del feto, la maquinaria ha arrancado de forma acelerada. Prácticamente sin conocer la realidad (lo dicho por el PP y VOX no coincide y el protocolo no se ha publicado) el PSOE ha salido a salvar la vida de la mitad de los castellanoleoneses, entendiendo que se refiere a las mujeres. A todas, entre 0 y más de 100 años, que por supuesto quieren abortar en su totalidad.

Es insultante que para tapar los resultados de la Ley “solo si es si” y las declaraciones de “Pam”, el gobierno de la nación orqueste este espectáculo. Es una tomadura de pelo, especialmente a las mujeres, que tienen el poder de decidir si quieren o no escuchar los latidos o ver una imagen. El aborto, en la mayoría de casos por falta de medios económicos para mantener un hijo, es otro de los fracasos de esta sociedad que los gobiernos no quieren reconocer.

Solo se puede pedir respeto a las mujeres y no manipularlas con fines electorales.

El día 18 de enero, el PSOE se reunió con una decena de asociaciones feministas tras el repunte de asesinatos. Estamos en campaña electoral.

Cuatro meses después y con centenares de condenas revisadas y varias excarcelaciones de violadores o pederastas, PSOE y Podemos defendiendo lo indefendible y diciendo que la Ley “solo sí es sí” es una ley excelente con resultados indeseables. En línea con los “éxitos económicos” del gobierno de Sánchez, con resultados ruinosos.

La Ley “solo sí es sí” se va a cambiar. Los “efectos indeseables” han sido inmediatos.

Desgraciadamente los de la próxima Ley Trans serán a más largo plazo e irreversibles.

Habrá que votar para evitar gobiernos indeseables.

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