Sánchez tiene un sentido del humor extraño. Variable. Falso. Insultante. Obsceno.
Ríe a carcajadas sus ocurrencias cuando dice que Feijoo es el único español que renuncia a ser presidente. Se ríe porque no se le ocurre que nadie anteponga, si no la dignidad, si el sentido común, y no se venda por siete votos. Se ríe forzando la carcajada con intención de humillar, porque piensa que él sí que puede comprar con indignidad siete votos y cerrar el acuerdo con varias cuadrillas.
Pero cuando Charneguito de Santa Coloma, banderillero pasado de kilos, sale al ruedo y le pone las dos primeras banderillas (también llamadas alegradores) la risa estrepitosa y prolongada se acaba, el cabestro no se viene arriba, se descompone, agacha la cabeza, mansea y ensucia el ruedo. Ya no se le escuchan carcajadas. “No se la juegue, no se la juegue…” humilla a “Amnistiador” lanzándole las banderillas desde el burladero de la tribuna Charneguito, recreándose en la faena y mirando al hemiciclo.
Pero faltaba la torera, la diestra. La extrema diestra (JUNTS lo es) Miriam Noguera, La Noia del Fil(No se le conoce oficio ni estudios. Papá tiene una fábrica de hilaturas) con el bicho humillando, aprovecha para templar y encauzar y a falta de embestida, enseñarle el camino del chiquero. “No tiente la suerte…”. Y de nuevo ni recuerdo de las carcajadas. Los novillos viendo cobardear en tablas al cabestro, recogen trastos y a pactar con La Noia del Fil y su cuadrilla para que todo acabe con una Larga Cambiada que disimule el Pase del Desprecio que acaba de recibir. Indultar -de momento- a “Amnistiador” y devolverlo vivo al corral, ahora consciente de que el engaño es cosa de los otros.
Preludio de malas tardes para los españoles.