Estos días estamos viendo y escuchando un anuncio parte de la campaña del Ministerio de Agricultura. Pesca y Alimentación (MAPA) dirigido por el valenciano “recriado políticamente” en Andalucía, Luis Planas, que concluye con la frase: ESPAÑA, EL PAÍS MÁS RICO DEL MUNDO.
Evidentemente, la campaña que encabeza el reconocido (en lo profesional y lo humano) chef José Andrés. Utiliza el término “rico” para referirse a la excelencia de muchos de nuestros alimentos e incentivar el consumo de los mismos en la actual coyuntura: Árboles donde nace oro y bancos importantes en el mar. La efectividad de la campaña la desconocemos, pero lo que no hay duda es que rechina un poco en los oídos. Los alimentos “ricos”, y estamos pensando en los productos estrella de nuestro país: aceite de oliva, pescados y mariscos, jamón ibérico, quesos, vinos, frutas y verduras,… no son precisamente baratos y va a ser difícil convencer a la gente de que consuma estos productos cuando la causa de la caída de ese consumo es un tema económico y no un cambio de hábitos alimentarios por decisión propia. Solo con solapar la imagen de la campaña del MAPA con las colas del hambre en Cáritas, hace que desaparezca la magia del anuncio. Se cae esa imagen idílica. Todos tenemos claro por qué esta gente está en la cola del reparto de alimentos y no en un mercado o una gran superficie comprando.
No somos el país más rico del mundo, aunque tengamos el mejor jamón y aceite de oliva, somos un país desarrollado en vías de subdesarrollo.
La gente volverá a consumir jamón, aceite de oliva y fruta de calidad, cuando pueda permitírselo. Cuando las condiciones económicas, le permitan elegir lo que come y esto hará que el productor pueda vender su producto a su precio y no tenga que ver como se generan unos excedentes por falta de mercado que se quedarán en campos, bodegas o serán vendidos a precio de saldo.
La política de este gobierno (y con ello parte del gasto) consiste en campañas publicitarias vendiendo las “excelencias” de su gestión. Una gestión que prácticamente no existe, y cuando toman decisiones son nefastas y todas dirigidas a perpetuarse en el poder y seguir manipulando a un pueblo derrotado en lo económico y herido de muerte en su dignidad.
Con el aumento de impuestos, la educación sin libertad, la falta de seguridad jurídica y resto de despropósitos, los árboles apenas darán sombra y los bancos serán los del parque para matar horas esperando que Cáritas o la Cruz Roja comience el reparto.
DICIEMBRE 2020