Ximo Puig, presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV-PSOE ha presentado su lema de campaña: “El President” para las próximas elecciones autonómicas.
En línea con el trato insultante que vienen dispensando los políticos a los votantes, donde la mentira se ha convertido en el único argumento, Ximo Puig, sin ruborizarse, inicia su campaña.
Con más cara que espalda, dice que “los valencianos y valencianas decidirán en estas elecciones si quieren volver a la Gürtel o quieren Volkswagen, si quieren más recortes o más prestaciones sociales… La Comunidad Valenciana se juega avanzar o retroceder”.
Parece que el artífice de Volkswagen es el amigo Ximo, pero de los despidos (los primeros) de Ford, que son casi 1.200 empleos directos, parece que no se ha enterado.
De la situación de la Sanidad en la Comunidad Valenciana, tampoco. Aunque seguramente la culpa la tendrá Ayuso. Del hospital “eólico” junto a La Fé que se llevó el viento, “no comment”.
De la reducción de caudales de agua para riego, nada de nada.
De la infrafinanciación eterna de la Comunidad Valenciana que es el gran problema que utilizan para tapar el despilfarro y mala gestión, menos.
Nos dice “El president” que su prioridad es que todos los valencianos tengan un empleo digno, que el derecho a la vivienda sea efectivo para todos y que esta va a ser la legislatura de la vivienda, y también de la energía, puesto que impulsaremos un gran pacto valenciano para aprovechar todas las oportunidades que nos da la energía verde.
Lo del derecho a la vivienda es otra tomadura de pelo, la realidad es que cada vez el acceso es más difícil, los alquileres más caros, las políticas se limitan a una mayor permisividad en la “okupación”, inseguridad jurídica e inexistencia de incentivos fiscales. Si no se crea riqueza, no se puede distribuir, y la realidad es que nos están empobreciendo y los empleos cada vez son más precarios aunque los disfracen de fijos discontinuos. La inflación y los impuestos son la realidad. No el progreso que nos quiere vender el PSOE. Sólo ellos y su entorno progresan. Ahí tenemos el ejemplo de la exdirectora de la Guardia Civil, que parece que no tiene ningún problema para acceder a cinco viviendas muy dignas.
Las oportunidades de energías verdes nos huele a sembrar de aerogeneradores nuestro paisaje, tal como está sucediendo en Aragón donde la legislación medioambiental se ha modificado para favorecer extraños intereses.
No queremos la Gürtel, pero tampoco la Azud o la banda de los Puig. No queremos que nos digan ni Pedro Sánchez ni Ximo Puig que estamos progresando, cuando somos el país de Europa que peores datos económicos tiene: en paro, pérdida de poder adquisitivo, retroceso del PIB, pérdida de calidad de vida, incremento de la deuda pública… somos líderes.
Nada para estar orgullosos. Esto no es progreso.
Habrá que pensar, que hay vida más allá del PSOE y el PP.