“En el socialismo nadie sabe el pasado que le espera” (Milan Kundera, escritor checo)
Esta reflexión del autor de “La broma” retrata totalmente la realidad que estamos viviendo. Un gobierno “progresista” que nos está arruinando en lo económico y lo moral. Unos dirigentes que critican el sistema del que viven como verdaderos millonarios y que con la intención de perpetuarse no solo nos quieren anular como personas, también quieren borrar el oscuro pasado que representan. La debilidad ya existente en la sociedad, acentuada por la pandemia les está sirviendo en bandeja la cabeza de la ciudadanía, dispuesta a perder su libertad por la promesa de una “paguita” que no van a tener. “De donde no hay, no se saca”.
La vicepresidenta que nos ha tocado en suerte nos está diciendo que ya es hora de homologar nuestra democracia. Parece que no tenemos una democracia completa y es verdad. Una democracia donde no existe división de poderes, donde la que tenía que ser la Fiscal General del Estado es la Fiscal General del Gobierno, no es una democracia completa. Estos “progresistas” que han prostituido casi todas las instituciones del Estado, son el organismo certificador y homologador de democracias. Aunque hayan convertido la nuestra en basurienta. Evidentemente la culpa la tiene Franco y será el “zorro progresista” el que cuide de las gallinas. “Progresista”, que no vegetariano.
Tras el “desastre” del ébola (con un balance de un perro muerto) llegamos a la ejemplar gestión de la pandemia del coronavirus protagonizada por el Sr. Sánchez (el número de muertos no importa, ni salen por TV) que nos sitúa como el peor país del mundo en datos relativos. Y nos lo venden como un gran éxito de Sánchez. Con videos de su claque aplaudiendo.
Con estos dirigentes no tenemos claro ni nuestro presente ni el futuro, pero lo que si está claro es que van a reescribir el pasado. Nada ha de escapar a su control. Y lo que escapa se ha de eliminar, sea la enseñanza concertada, la propiedad privada o simplemente la libertad individual. El pasado tampoco escapa y si es necesario se cambia.
La Sra. Calvo está interesadísima en destinar recursos a abrir fosas de algunas víctimas de la guerra civil y de la dictadura, 80 años después de finalizar un conflicto en el que los socialistas tienen tantas responsabilidades. ¿Estos recursos no estarían mejor empleados en hospitales y residencias? Parece que aquello de “salvar vidas” va perdiendo sentido. Lo que hay que salvar es la poltrona aunque sea revolviendo tumbas. Desde la poltrona se puede predicar las virtudes de la sanidad pública para el vulgo mientras los “progresistas” se curan en la clínica Ruber. En una suite, no en un pasillo y sin asistencia.
Lo importante es enfrentar de nuevo a los españoles, abrir heridas y manipular mentes. Hay que reescribir la Historia. No sabemos que pasado nos espera, pero lo que está claro es que en ese pasado desaparecerán robos, expolios y asesinatos cometidos por los “progresistas” de hace casi un siglo. Se reescribirán libros y redes. Se lavarán cerebros. Perderemos nuestra libertad. Como mucho cada cuatro años nos dejarán introducir una papeleta. Y esto será la democracia homologada.
Y para finalizar otra frase de Kundera: “Los hombres quieren ser dueños del futuro sólo para poder cambiar el pasado. Luchan por entrar al laboratorio en el que se retocan las fotografías y se reescriben las biografías y la historia”. El problema es que las cobayas de ese laboratorio somos nosotros.
Un consejo: el que tenga recuerdos que los transmita, el que tenga libros que los conserve, porque pronto no se tendrá acceso fácil a información libre y verdadera. Solo habrá información homologada por el organismo certificador. Ese que nos miente a diario.
Una sugerencia: léanse si no lo han hecho ya, Rebelión en la granja de George Orwell y Un mundo feliz de Aldous Huxley.
Una aclaración: PROGRESISMO es ”la ideología y doctrina que defiende y busca el desarrollo y el progreso de la sociedad en todos los ámbitos y especialmente en el político-social” . Como no está ya suficientemente devaluada esta palabra, por favor no la prostituyan más autodefiniéndose como Progresistas.