
Teníamos otro tÍtulo: “LA ÉTICA, LA ESTÉTICA Y LA PATÉTICA”.
Y el asunto de las primarias, seguro que daría para más. Pero como decíamos en el articulito anterior, el Sr. Campayo no tendría que preocuparse por el COMITÉ DE ÉTICA del PSOE. Él, seguramente, también lo sabía. Conoce la casa. El chicle no interesa estirarlo.
No obstante, tenemos que decir que el Sr. Campayo va a resultar el mejor descubrimiento de estas primarias. No sólo no escondió la urna detrás de una cortina, como hiciera su jefe Sánchez; tampoco los votos introducidos -cinco o seis- eran para salir elegido él, el beneficiado -conocedor o no- era otro. Por tanto, según los “principios sanchistas” no sería reprochable a semejanza de aquello de la malversación de fondos, que, si no es en beneficio propio, para el PSOE, no es punible. Es decir, te roban la cartera, pero si se la dan al partido, es como si no te la hubieran robado. Progresismo.
Decíamos que el Sr. Campayo no tenía porqué preocuparse por el COMITÉ DE ÉTICA del partido. Ni por la ética ni por la estética.
Diana Morant, que no se presentó a las primarias y fue impuesta por Sánchez (los socialistas valencianos, no son pueblo soberano; el soberano es Sánchez), ahora se erige como juez y árbitro y certificadora de legalidades. Donde dijo digo, digo Diego. Dijo que aceptaría el resultado fruto de las decisiones que tomara el Comité de Ética (repetir las elecciones en algunas agrupaciones) pero “cambió de opinión”. Mintió. A tomar viento el Comité de Ética.
¿Qué autoridad moral puede tener para arbitrar el resultado de las primarias alguien que debiera haberse sometido en su momento a “sus” primarias y prefirió ignorar la voluntad de los socialistas valencianos y ser impuesta? Elegida por UN VOTO. El de Sánchez.
Como siempre, Diana Morant, se supera. Cada vez resulta más patética.
Del arrebato inicial, motivado por la derrota de su recomendado (que es la suya propia), al cambio de opinión, seguramente motivado por alguna llamada desde Ferraz.
Vamos a fabular:
“Diana…, Diana…, escuuuuucha, te hemos puesto de secretaria general del PSPV no por tus ideas, sino por la falta de las mismas. Nosotros rellenaremos esos vacíos. Ya te las facilitaremos desde aquí”
“Pero es que yo quería que…”
“Escucha Diana, Tú ya tienes lo que querías, eres ministra y secretaria general del PSPV. No te pedimos que te esfuerces, solo escucha, trata de entender y sigue nuestras instrucciones”
“Pero es que Raga…, lo que ha pasado en Manuel y en Corbera, lo de ese Campayo de Sedaví…no es ético”
“A ver Diana, esto lo negaré donde sea, pero la verdad es que somos una vergüenza de partido, aparecemos en todos los medios no pagados como puteros, chorizos, inútiles, delincuentes, mentirosos, indignos… Estamos todos los días en las noticias. Solo falta añadir la imagen de partido dividido en la Comunidad Valenciana y tu falta de liderazgo. Te ven como una imposición. ¿Y si a alguien -por ética- se le ocurre preguntar porque no se “repiten” tus primarias que nunca se celebraron?
“Pues es que yo creo que…”
“Tú ni crees ni te enteras. ¿Crees que es el momento de evidenciar el “merder” que tenemos, el que tienes tú también? ¿Estamos en plena operación derribar a Mazón y a ti se te ocurre desviar el punto de mira diciendo que apoyarás la repetición de elecciones?
“Pero yo pensaba que Raga…”
“Mazón es el objetivo, no Raga. Y tú facilitando cortinas de humo, mientras tu colega, la avinagrada Bernabé, de entrevista en entrevista como una endemoniada echando pestes de Mazón. No ayudas demasiado”
“Ahhh… ahora. Claro, claro, Mazón. ¿Entonces, lo de la ÉTICA no fue buena idea?”
“¿Pero cuando hemos tenido ÉTICA?. Somos el partido de Sánchez, de Ábalos, socios de Bildu, alfombrilla de Junts… y tú vienes con lo de la ÉTICA”.
Este podría haber sido el espíritu de una imaginaria conversación entre la “voz de su amo” y DIANA.
RESULTADO: NO SE REPITEN LAS ELECCIONES (Vamos a lavar los pañales -o trapos- en casa)
Y el argumentario todavía mejor. Quieren llegar a un acuerdo entre Bielsa y Raga (Diana) del que saldría reforzado el PSPV para devolver al pueblo valenciano (ese que no vota en las primarias de Diana) los gobiernos progresistas y con ello la decencia a todas sus instituciones.
¿Estamos hablando de esos progresistas decentes de la moción de censura al bolso de Rajoy (él estaba de copas) para acabar con la corrupción? ¿La corrupción….la decencia…?
Diana Morant, la marioneta de Sánchez, queriendo hacer frente, según ella, al peor PP de la historia. Con lo “mejorcito” del PSOE. Patética.
Nosotros seguimos pensando que lo único sincero (y divertido) de esta pantomima ha sido el audio del guasap de Campayo. Quizá ilegal, pero más ético. Ponía en su justo valor a la política. En concreto a la de su partido y de manera especial a la del PSOE de nuestro pueblo.
“Pero bueno, es lo hi ha”
“Ale.. vinga”
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