Cuando estudiábamos Historia del Arte, nos llamó la atención el friso de Los Inmortales, obra de arte persa que plasmaba la Guardia Real de Dario I el Grande. El friso realizado con la técnica del bajorrelieve esmaltado representa detalladamente a los soldados, sus armas y su indumentaria. Seguramente no fue la belleza del friso lo primero que nos llamó la atención. El nombre con el que aparecían los arqueros de Susa en el libro de texto, Los Inmortales, requería una explicación. Nadie en este mundo es inmortal ni eterno. El libro de texto o el profesor nos ofrecían la explicación: cada vez que un arquero moría, era herido o enfermaba era sustituido por otro. Con lo cual los 10.000 soldados mantenían su número y en cierta manera la unidad era inmortal. Había un “respuesto” que mantenía siempre viva la esencia de esta unidad militar de élite.
La situación política en España nos lleva a establecer cierto paralelismo con lo que ha venido sucediendo los últimos años. En el 2004 Rodríguez Zapatero alcanzó la presidencia del gobierno.
España había sufrido el 11-M y no supo reaccionar. La gestión fue nefasta, nos llevó a la ruina, pero volvió a salir reelegido. España no aprende. En el 2009 con la llegada de Obama a la presidente de EEUU la exministra Pajín aseveraba que “El próximo acontecimiento histórico en el planeta será la coincidencia de Zapatero en la UE y Obama”. Zapatero propugnaba la Alianza de civilizaciones con los países menos civilizados. Brindis al sol y España en la ruina.
Los gobiernos de “Zetapé” arruinaron al país, lo llevaron a una crisis económica y moral sin precedentes. En cuanto a corrupción desplazaron al PP de la primera posición. Las expectativas de progreso se hundieron, los pobres mileuristas de antaño pasaron a ser unos privilegiados. Algunos pensamos que esta situación iba a vacunar a la sociedad frente a demagogos, populistas y mentirosos. ¿Quién podía pensar que después del desastre de Zapatero (por mucho que siempre los gobiernos del Psoe hayan llevado al empobrecimiento de los ciudadanos) iba a surgir alguien como el “doctor Sánchez”?.
Pocos. Pero fue suficiente un paréntesis en el que Rajoy fue incapaz de revertir la ruina moral (en muchos aspectos la continuó) que dejó Zapatero en tanto intentaba tomar alguna medida en lo económico, para que se creara el caldo de cultivo para que aflorara lo peor de la política que con el tiempo encumbró a líderes que propugnan políticas que han arruinado a países ricos como Venezuela provocando un éxodo de más de 5 millones de venezolanos que huyen de la miseria y la muerte. Líderes que han hecho de la mentira su arma propagandística y que pretenden dejar a la sociedad sin instrumentos que preserven su libertad. Nuevos ricos de Falcon y mansiones que se consideran por encima de la Ley.
Y es que como en el caso de Los Inmortales, en España siempre hay alguien más indigno dispuesto a sustituir al predecesor en su cargo. Y no cabe esperar a un Alejandro Magno que acabe con este ejército de Inmorales (ahora sin la “t”) que han contaminado desde las más altas instancias a la menor de las pedanías, desde ONGs a asociaciones diversas que pervierten lo que debiera ser su función, en aras a perpetuarse en el poder. Han de ser los españoles los que se sacudan las cadenas.
Y “Zetapé” de correveidile de Maduro, el jefe de la Delcy Rodríguez, la amiga de Ábalos, el ministro de Sánchez, el socio de Iglesias, el colega de Monedero….
¿Estará ZP calentando en el banquillo esperando saltar al césped?. Seguramente no, está fondón y el doctor Sánchez se considera divino e inmortal. Tendrá que seguir rentabilizando el puente aéreo Madrid-Caracas mientras los venezolanos huyen a pie.
Las dictaduras no son como Roma, si pagan a traidores.
Diciembre 2020