Solemos retratar a Baldoví con una nariz roja. No queremos insultar a los payasos que hacen de la risa de los demás su profesión. Y triunfan cuando lo consiguen. No amenazan. Utilizamos la acepción de payaso para referirnos a Baldovi por sus acciones ridículas y faltas de oportunidad. Por confundir la democracia y el parlamentarismo con payasadas. Un vividor, oportunista y un sin sustancia. Lleva lustros clamando por la infrafinanciación de la Comunidad Valenciana y cuando tiene que dar la cara se convierte en un bufón de Sánchez (y de la señora de la plancha, como dice Ayuso) a cambio de unos sillones. Su financiación propia se la asegura. Muchos años ejerciendo de “sangonera”.
Ya en el 2016 Baldoví consideraba un error que la Junta Electoral Provincial de Guipúzcoa no permitiera a Arnaldo Otegi presentarse como candidato a lehendakari por EH Bildu por estar inhabilitado.
Decía Baldoví que era lamentable que Otegi no pudiera defender sus ideas en el Parlamento con el respaldo de los votos. Que había que cerrar determinados procesos y episodios traumáticos.
https://valenciaplaza.com/baldovi-ve-un-error-la-decision-sobre-otegi
El pasado jueves, 21 de septiembre, la consellera Elisa Nuñez (VOX) le llamó al señor Baldovi y Compromís “socios de los que llenaban las calles de sangre y metralla”. Ofendido por algo tan evidente, pretendía que la consellera retirara dicha expresión. ¿No está la señora Núñez respaldada por sus votos? ¿No es cierto que Compromís ha votado con Bildu?
Su reacción motivó la risa de la diputada Ana Vega (también de VOX). Y entonces salió el “machito de marjal” y se encaró desafiante y le dijo que de que se reía. ¡A una mujer! No era cuestión de un piquito. Estaba encolerizado, de pie y amenazante. Un machista en acción. Chulo y maleducado. Exteriorizando el “animalot de séquia” que lleva dentro.
Ana Vega le contestó que se reía de lo que le daba la gana.
Parece que a estos feministas de pacotilla solo les interesan las mujeres que se someten a su protección. Las que se defienden solas, no les van a pagar la protección con votos y por tanto no hay que respetarlas.
¿Va a dimitir este energúmeno? ¿Lo vamos a tener en TVE abriendo todos los telediarios como Rubiales? ¿Tiene más derechos Otegi o Bildu que las diputadas de VOX?
Sueca, ciudad curiosa, patria de este “Elemento”, donde el Ateneo no es “Ateneo Suecano”, sino “Ateneo Sueco”, hace gala de ser Ciutat de l´arrós, con este insigne vividor, que en lugar de hacerse el sueco optó por comportarse como un energúmeno, también podrá identificarse como Ciutat del tarrós (*)
(*) Tarrós o terròs es el terrón en castellano. Masa compacta y suelta de tierra.
Por malo, por simple e insignificante, por insustancial y por socio y apoyo de lo peor, le dedicamos unos versos cortos, con y sin pinganillo:
