La palabra de Sánchez no vale nada. Eso lo saben hasta los sectarios y resentidos que le votan. A los que le votan convencidos de sus promesas, suerte. La vamos a necesitar todos.
Su falta de palabra, sin embargo, nos va a costar la ruina.
El que iba a juzgar al prófugo Puigdemont y que repetía que la amnistía no cabía en la Constitución Española va a volver a engañar asquerosamente a todos los incautos que siguen creyendo al que está mintiéndoles desde antes de llegar al gobierno. Engaña a unos y perjudica a casi todos. Ganan los delincuentes.
Puigdemont le ha exigido (por orden de gravedad) que destruya España, que establezca una sociedad de castas o apartheid económico según comunidades autónomas y además que le pague a Cataluña (¿acabará ese dinero en Andorra como acostumbraba el fundador Pujol?) por deuda histórica 450.000.000.000 euros (sí, no cabe la cifra en muchas calculadoras).
Vamos a hacer unos cálculos con la cifra y los siguientes datos.
Los habitantes de las comunidades autónomas de “primera especial”, “primera lux” y “primera” son los siguientes (en números redondos)
Cataluña 7.977.000 habitantes
País Vasco 2.200.000 habitantes
Galicia 2.700.000 habitantes
TOTAL (de primera) 12.877.00 habitantes
España tiene 48.345.000 habitantes (nacionales y extranjeros) y la Comunitat Valenciana 5.271.000 habitantes. Infrafinanciados. ¿¡Baldoví….estas ahí!?.
Los ciudadanos de primera (en cualquier nivel) no van a pagar la deuda histórica de los ciudadanos de “primera especial”. Esa deuda se tendrá que asumir por el resto de españoles de “segunda”, es decir, del resultado de restar a los 48,3 millones los 12,8 millones de ciudadanos de primera.
Los números son los siguientes. Los 450.000.000.000 euros divididos entre los 35.468.000 habitantes de “segunda” (en el caso de la Comunitat Valenciana de “segunda B” por aquello de la infrafinanciación) arroja una cifra a pagar por habitante (niño o anciano, pobre o rico) de 12.687 euros, mientras que los de “primera especial” recibirían 56.412 euros.
La diferencia entre un valenciano (o extremeño) que paga y un catalán que cobra, sería de 69.000 euros en números redondos.
A esto el PSOE le llama igualdad. Y progresismo. Faltaría.
Y todo para que el autócrata siga en Falcon.
Y en riesgo de un grave conflicto social.
En ningún país europeo se ha llegado a estos niveles de indignidad.
Y la “señora de la plancha” (Ayuso dixit) o pensadora “entre peluquería y peluquería” (Guerra dixit) nos dice que Aznar está alentando una rebelión por decir que no se puede dejar impune a gente como Puigdemont que organizaron una rebelión. ¿La “permanén” destruirá las neuronas?.
Y la fiscalía persiguiendo a Guerra por lo de la peluquería.
Y Carmen Calvo (Pixie y Dixie) apoyándola. Esta que fue también vicepresidenta y ministra de Cultura, llegó a felicitar a los “DEMAS ACTORES Y ACTRICES” de una obra que era un monólogo. (Carmen Calvo dixit).
Albares: No pido ni tres, ni dos… solo una. Pido solo que el catalán sea lengua de trabajo en la UE”. ¡Compremela…compremela… que se agota!
Sánchez, Yoli, Albares, Bolaños, Alegría, Rodríguez, Marlaska, Calvo…
¿Qué hemos hecho para merecer esto?