Vamos a contar un chiste como introducción, que nos dará en cierta forma la explicación de algunos comportamientos que reflejaremos al final.
Se encuentran dos amigos y uno le dice al otro que le invita al cine. Al segundo no le apetece demasiado pero el primero insiste. Tienes que entrar a ver esa película del Oeste, yo la vi ayer. Extrañado el segundo, le dice que para que quiere verla otra vez. Y vuelta a insistir. El segundo accede. Comienza la película y llega un “cowboy” a caballo al pueblo. El amigo le dice: ¿te apuestas 10 euros a que el “cowboy” pasa de largo por delante del “saloon” y no entra?. Como voy a apostar si tú la viste ayer. El primero sigue insistiendo, ahora con la apuesta. Cansado y dado que le había invitado, el segundo accede. El cowboy descabalga, ata al animal y entra en el “saloon”. A los pocos segundos recibe una paliza y sale despedido entre las dos puertas batientes. El segundo le dice al primer amigo: has perdido la apuesta, si que ha entrado en el “saloon”. ¿Cómo apuestas así si ayer viste la película?. Y el primero le contesta: Nunca pensé que después de los golpes que le dieron ayer, hoy volviera a entrar.
Que ignorante, ¿no?
Los “problemas domésticos” del “rey del fango” han llevado al gobierno de España a adoptar una postura frente a Argentina que no comparte la inmensa mayoría de españoles. Ni de argentinos residentes, que ya conocen el paño kirchnerista.
Las declaraciones de Milei no han insultado a España, salvo que España sea Sánchez y los demás seamos siervos de la gleba.
Milei ha contestado a los insultos y provocaciones del gobierno español (no de los españoles) sin nombrar a nadie. Evidentemente todo el mundo sabe de quién y de que hablaba. A él le llamaron drogadicto, personaje de ultraderechista y otras lindezas. Y Argentina no llamó a su embajador. Milei sabe defenderse solo. ¿Se atrevería Sánchez a debatir con Milei?. No. Sánchez no tiene ni una idea útil. Repetir las palabras fango y ultraderecha es su único mensaje. Y mentir.
Que Milei utiliza un estilo de comunicación bastante histriónico es verdad. Si no fuera así no habría llegado a presidente de Argentina. Es consciente que hace más ruido uno que grita, que 1.000 que callan. La rentabilidad de su puesta en escena de la motosierra, sus calificativos a los “zurdos” y al socialismo y su grito “¡Viva la Libertad, carajo!” es indiscutible. Estrella de tertulias y debates, con las ideas muy claras. No se puede gastar más de lo que se tiene.
Cuando Milei ganó las elecciones en Argentina (Sánchez no las ha ganado en España) el gobierno español ni le felicitó. Muy mala educación. No felicitó a quién personifica la opción elegida por el pueblo argentino. Un insulto a los argentinos y su democracia. Como tampoco lo hizo con Giorgia Meloni. Otro insulto a la democracia italiana.
En el foro de Davos cuando intervinieron Milei y Sánchez, el discurso con contenido fue el de Milei. Milei defendía a las empresas como generadoras de riqueza y Sánchez apostaba por más intervención estatal en las empresas presentando a España como un paraíso para las empresas que cumplan con los postulados del gobierno y pagando el nivel “justo” de impuestos que establezca el gobierno. La oda al capitalismo de Milei fue el discurso más seguido y Sánchez acabó reuniéndose con los empresarios (casi secuestrados) en el cuarto de las escobas. Patético.
Pero esto no es un ataque a España. Es la constatación del nivel del nuestro gobierno.
Milei dijo “Occidente está en peligro porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de Occidente se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo, y en consecuencia, a la pobreza”.
Dió datos y puso ejemplos. Y Sánchez al cuarto de las escobas para obtener una foto cutre.
Después vino lo de Puente, Diana Morant y Yolanda Díaz. Insultos y descalificaciones.
Pero Milei es de los que no se callan. Y aprovechó su visita a España para dar unos puyazos. Donde las dan, las toman. Y aquí tenemos al marido de la presidenta, ofendidito. Y quiere que nos sintamos solidariamente ofendidos. Que nos unamos a la cruzada en defensa de Su Sanchidad. A poco pide a Francisco, el papa amigo de Yoli, la excomunión de Milei.
Pero, resulta que la inmensa mayoría no se sienten ofendidos por Milei. Les ofende la corrupción, la ley de amnistía y las mentiras de este gobierno hipotecado por 7 votos.
En definitiva, Sánchez en su intento de extender otra cortina de humo que opaque el problema de la “presidenta Gómez”, que es el suyo también, ha elegido mal contrincante. Milei no cae tan mal. Aquí al trabajador que suda para ganar un sueldo “mediodigno” que es rapiñado por el Estado, le indigna ver como las tramas delincuenciales se enriquecen a su costa. Casi nunca se les juzga por algún error o por prescripción y si se les juzga y se les condena, ellos mismo se indultan. Esto ofende. Milei, no.
Milei sabe y sabe responder. Sabe debatir y convence. No miente. Y ganó las elecciones. No como otros. Milei fue votado por los argentino. Sanchez por Bildu y Junts.
Aún así, y habiendo perdido las elecciones, siempre nos preguntamos como sigue votándole tanta gente. Los ejemplos de que el socialismo conduce a la pobreza son incontables. Dejando atrás a la URSS y sus países de influencia, tenemos a Cuba (apenas pueden comer), Venezuela (los venezolanos huyen por millones de la miseria), Korea del Norte (sin comentarios), Nicaragua, la misma Argentina…países a los que el socialismo ha llevado la pobreza y la hambruna.
Y aún así, hay gente que siguen votando esta opción. Como el amigo del cine, que piensa que vista la ruina que ha sido siempre el socialismo, igual mañana cambia la película.
Y no, la película no cambia. España va a la ruina y la pérdida de libertades como un cohete. Por muchas mentiras que cuente el marido de la presidenta.
¿Tantos ignorantes hay en España o son simplemente resentidos?
¡Viva la libertad, carajo!