Desde Navidades 2023 a Reyes hemos tenido de todo un poco.
El heroico mensaje de Page en fin de año hizo temblar una vez más al PSOE que mercadea con nuestros derechos y libertades. Conocedores de la contundencia del manchego sus compañeros de partido no saben donde esconderse para escapar de su brazo justiciero.
Un ambicioso Sancho Panza, que sin bajarse de su Rucio piensa que puede heredar la ínsula socialista de Barataria tras la desaparición de Sánchez. Entre tanto, encima del burro en el Palacio de Fuensalida. Decía Page:
“Y yo sé que el año 2024, como seguramente en este que acabamos de terminar, me va a tocar a mí, y no solo yo, a mucha más gente, defender. Defender con fuerza nuestros propios derechos, los derechos que tenemos como españoles, los derechos de los ciudadanos de mi tierra, derechos que algunos quieren literalmente vulnerar”.
Ahora dice que Junts son supremacistas, xenófobos. Está muy enfadado porque gracias a Sánchez en España gobierna la ultraderecha.
¡Cuidadínnnnnn…. Page está muy enfadado!
Manchegos y españoles en general, ya nos quedamos más tranquilos.
Otra figura emergente ha sido el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, “el de los lustros de 50 años”. Después de anunciarnos en 2023 la posibilidad de fraccionar y repartir el Museo del Prado, ahora se plantea que confesemos nuestro pecado colonial. Y compara la Cuba española (el primer ferrocarril de España circuló por Cuba) o Méjico con el Congo belga. Y sugiere que después de confesar nuestro pecado debemos imponernos la penitencia de crear algún museo tipo cámara de los horrores de la época colonial española. Han pasado muchos lustros (de los de 5 años) desde el descubrimiento de América. Aquellas tierras pasaron a ser provincias o virreinatos de España, nunca colonias. Nada que ver con el Congo belga. España llevó universidades, el idioma, la religión y el mestizaje. Leopoldo II, cuatro siglos después, llevó esclavitud y genocidio al Congo.
En cuanto a las ministras, todas en su línea. Desde proponer legislar sobre los vapeadores cuando ya existe esa legislación, o pasar a defender la obligatoriedad del uso de mascarillas cuando lo había criticado en el pasado reciente. De la ministra Mónica García no se puede esperar ningún aporte positivo. No da para más.
La vicepresidente Yolanda Diaz, cuando no plancha está “repartiendo” la riqueza que no existe. No le importa la hipoteca que dejará a futuras generaciones, ella lo llama “una España mejor”. Como Cuba, Venezuela, Argentina o Colombia… de donde la gente huye, no por penurias, huye porque no sabe disfrutar “de un país mejor”.
Pilar Alegría, portavoz del gobierno y portavoz del PSOE y viceversa. Sus ruedas de prensa son un ejercicio de sectarismo, que nada tienen que ver con la información. No se sabe si es porque está haciendo méritos o porque realmente no sabe más.
Y los “pellets” de plástico. Antes se llamaba granza y resultaba de reciclar envases y piezas de plástico. Se fundía y reutilizaba. Hace años que están llegando a las costas, de todo el mundo. Si se le llamara granza, apenas llamaría la atención, pero una palabra nueva como “pellet” tiene más impacto. Como el “lawfare”. O “coach” o “CEO”.
Pero los “pellets” solo contaminan si en la zona donde aparecen existe un gobierno de derechas. Por ejemplo, el “pellet” que es tóxico y contaminante en Ribadeo (Lugo) pasa a Castropol (Asturias) y se “desactiva”.
El “pellet” que viene desde las aguas portuguesas y que tenía que haber hecho intervenir a la ministra de Medio Ambiente, parece que tampoco contamina mientras flota en agua de responsabilidad del gobierno central, pero una vez entra en contacto con una playa donde gobierna el PP, se activa. Quizá por eso, el interés “ecológico” de utilizar los “pellets” con fines electorales por parte de la actual oposición en la Xunta de Galicia.
Así que, igual que terminamos el 2023 comenzamos el 2024.
De vergüenza.
Como la manipulación de TVE en fin de año. Esa que pagamos todos.