El PSOE sanchista y sus rémoras de Podemos se definen constantemente como PROGRESISTAS.
Decía días pasados Feijoo, cuando el asunto Villacís decía: “Nuestro partido es de CENTRO REFORMISTA y Ciudadanos también. Todo parece que las cosas pueden confluir”.
La izquierda sociocomunista es progresista, pero con unos resultados empobrecedores.
La Ley “solo sí es sí” es una ley impecable, progresista, pero con resultados indeseados.
Los reformistas de centro, de derecha, “palante y patrás”; son incapaces de reformar de manera positiva la sociedad, son continuadores de las nefastas políticas de la izquierda. Rajoy devino en la prolongación de Zapatero y “Feijooy” apunta a heredero de las políticas de Sánchez.
Feijoo ya está haciendo tarde si no anuncia “sus reformas”. Pero priman las estrategias electorales. Basta recordar las veces que mintió (y sigue mintiendo) Sánchez negando sus pactos con filoetarras, con golpistas, con sus promesas de lucha contra la corrupción o de defensa de las mujeres.
Feijoo al menos debía tener preparada una batería de derogaciones a poner en marcha el primer día, si llegara al poder. Pero “Feijooy” no apunta maneras. O espera órdenes llegado el caso.
Sobran eslóganes y leyes que mayormente provocan enfrentamiento. Falsificación de la Historia, feminismo malentendido, manipulación de las mujeres, maquillaje de los datos económicos, de los laborales y de la delincuencia, abaratamiento de los delitos de malversación, eliminación de la sedición… han sido las líneas maestras de este gobierno. Un gobierno que castiga al honrado que trabaja y concede ventajas a delincuentes.
¿Qué va a hacer Feijooy?
Seguramente lo mismo que hizo Rajoy tras el desastre de Zapatero.
España lleva tiempo enferma. Y nuestros políticos no son más que un cáncer para la sociedad.
NI PROGRESO NI REFORMAS. AGENDA PURA Y DURA.