De nuevo Sánchez y el PSOE dicen que han cambiado de opinión. La verdad es que nunca cambian de opinión. Cuando dijeron que no pactarían con Bildu (los que llevan asesinos en sus listas) tenían claro que iban a pactar, pero calculaban qué si decían la verdad, algunos de sus votantes potenciales iban a tener la dignidad de la que ellos carecen y no iban a refrendar con su voto la asociación de filo-etarras y corruptos. Mienten y engañan. Toman por idiotas a sus votantes y se ciscan en ellos.
Una vez estafados los votantes y recogidos los votos, no tienen ningún escrúpulo en aliarse con el resultado de un cóctel de “corruptos filo-etarras”. Unos con unos principios criminales y otros sin principios. No los han tenido nunca. Son escasas las excepciones de personalidades del PSOE de conducta intachable. Y en estos casos son olvidados o marginados por la organización, cuando no expulsados (Besteiro hace más de ochenta años o Leguina y Nicolás Redondo Terreros recientemente).
Tras la última traición del PSOE al entregar a Bildu el ayuntamiento de Pamplona, dos concejales del Partido Socialista de Navarra (PSOE) Tomás Rodríguez Garraza y María José Blasco, renunciaron a su acta tras negarse a votar a favor de Bildu. El secretario de organización del PSN-PSOE atribuye tan respetable decisión a las continuas presiones ejercidas por UPN. Descarta que sea por dignidad y principios.
Ni en el mismo PSOE se creen que exista en su partido alguna persona digna capaz de negarse a pactar con los herederos de ETA y responsables no solo de miles de asesinados y mutilados, también del éxodo de cientos de miles de vascos. Ellos mismos tienen claro que la honradez, moralidad y dignidad está reñida con el PSOE. Y no vale decir, con “este PSOE”.
Hay que informarse en libertad, no dejarse adoctrinar y comprobar cuál ha sido la deriva de los políticos del PSOE (con escasísimas excepciones) desde su fundación. No se puede decir que el PSOE de Sánchez no es el verdadero PSOE. La prueba es que sigue teniendo apoyo en las urnas. A pesar de la ruina económica e institucional en la que está precipitando a España. Lo mismo fue el PSOE de Zapatero, aquel que llamaron los hombres de negro para ponerlo firme, el que dejó hundida la economía mientras decía que estábamos en la champions league. O el del ahora añorado Felipe González (que sigue votando a Sánchez) con su corrupción llevada hasta la Guardia Civil o el BOE. Con la chapuza de los GAL. Con Malesa, Filesa, Cisneros, los convolutos… Y el paro por las nubes, el tejido industrial desmantelado, la agricultura vendida… Pero los políticos, millonarios y algunos con tres nacionalidades.
Y si nos trasladamos en el tiempo al siglo pasado, con personajes “ilustres” como Indalecio Prieto (tiene dedicada la estación de ferrocariil de Obando en Bilbao), Negrín, Largo Caballero…que optaron por exilios dorados con las riquezas que expoliaron a los españoles. No solo las reservas de oro del Banco de España, también tesoros de instituciones religiosas, cajas de bancos, joyas de particulares… sirvieron al exilio dorado mejicano. Entonces la excusa era que llegaban las derechas a Madrid durante los primeros meses de la Guerra Civil para rematar el saqueo en los últimos meses. Seguramente la extrema derecha fascista y católica iba a saquear tesoros religiosos. ¿Nos suena?.
https://www.elespanol.com/blog_del_suscriptor/opinion/20170525/218798120_7.html
Parece que el saqueo y el tráfico de maletas con contenido y destino desconocido, es una práctica que no se olvida por los progresistas. Basta recordar recientemente las maletas de Delcy y al servicial Ábalos en Barajas.
Pero siempre será para que no llegue la derecha… y por el progresismo. El propio, porque los españoles de a pie llevamos años empobreciéndonos. De nuevo en la “champions league” de la ruina.