El escrito anterior sobre el Informe de Antifraude y las irregularidades del Ayuntamiento de Sedaví lo terminábamos con la frase del tango “Volver”: “Que veinte años no es nada”. Hacía referencia a la información que publicaba LEVANTE EMV citando como fuente el consistorio de Sedaví: “Es un tema de hace veinte años”.
El tema, venía referido al Informe demoledor de Antifraude por las actuaciones de políticos y funcionarios del ayuntamiento de Sedaví. Había todos los ingredientes necesarios para un cóctel: prevaricación, inacción ante delitos urbanísticos, malversación, permisividad en la defraudación de impuestos, informes falsos, lesión de derechos de terceros, etc. Y todo ello de manera continuada, reincidente y recalcitrante. CORRUPCIÓN Long drink.
Pero hacíamos referencia también a una de las estrofas del tango: “La vieja calle donde el eco dijo…” La vieja calle, es la calle San Antonio en el tramo que cruza la manzana de la Unidad de Ejecución nº 2 . Parcialmente ejecutada y ocupada ilegalmente como dice el Informe de Antifraude.
La calle estaba catastrada a nombre del ayuntamiento, aunque no figura en el Registro de la Propiedad como inmueble. Ello es debido a que los viales públicos no se registran normalmente. Si alguien quiere gastar un poco de tiempo y 6 o 7 euros puede intentar pedir una nota informativa de la calle en donde vive. Será negativa. Es un vial público.
Pero se puede tener constancia de la existencia de ese vial público consultando los inmuebles colindantes. Si obtenemos que en la nota de esos inmuebles aparece que lindan con la calle San Antonio, es evidente que existe la calle San Antonio. Si además dice que se segregó parte para conforma la calle San Antonio, más evidente. Y este es el caso de “la vieja calle…”. Ya existía antes de 1975.
La calle San Antonio a la altura de la calle L’Horta existe, pero la han ocupado ilegalmente y “ha desaparecido” para los vecinos de Sedaví. Evidentemente “ha aparecido” para alguien. La pregunta es ¿Permite el Ayuntamiento de Sedaví (léase políticos y funcionarios responsables) esta actuación?, y ¿Por qué?.
No solo lo permiten, han colaborado con informes falsos en los que dicen que el tramo de vial público San Antonio “no es público”. Que por lo tanto debe ser privado. Todo basado en documentación que no se corresponde con la realidad. Con ese informe falso se ha contratado los servicios de un gabinete jurídico exterior (el mismo que retuerce la normativa urbanista de Sedaví para decir que son legales las obras y licencias ilegales) para que emita una opinión (pagada con dinero público) que dice que en base al informe del ayuntamiento, ellos coinciden. Si el informe base en falso, la opinión del gabinete exterior coincide y es otra falsedad. Hay que señalar que engañar a un juez es un delito grave.
El juez, engañado, sentencia que si el ayuntamiento dice que el vial no es público (aunque estaba catastrado a nombre del ayuntamiento) es que es privado. Pero en esa sentencia forzada por el engaño, no dice de quién es o de quién debería ser.
Si el ayuntamiento (políticos y funcionarios involucrados) tienen intención de beneficiar a alguien en perjuicio del pueblo, habría que preguntarse por qué.
Y por otra parte, si el vial (en contra de la documentación real) dice que es privado, ¿de quién es?. ¿Sería de los que vendieron las naves sin incluir el vial? La propiedad sería de los anteriores dueños que segregaron (consta en el Registro de la Propiedad) el vial y que después vendieron solo las naves. ¿Qué título de propiedad tiene el que la ocupa?
¿Por qué no actúa el ayuntamiento de Sedaví? Más de lo mismo, Sr. Cabanes.
Es posible que la Agencia Valenciana Antifraude emita dentro de un tiempo otro informe sobre este tema. “Un tema de hace veinte años…” como dicen desde el ayuntamiento, en un intento de diluir la corrupción en el tiempo,(¿o estarán pensado en la usucapión?) cuando lo que cualquier persona con criterio entiende es que la corrupción es persistente. Y actual.
Huele demasiado a podrido en Sedaví.
CORRUPCIÓN Long drink. Este cóctel no hay quien se lo trague.