Hemos informado (y documentado) desde este medio distintas actuaciones del Ayuntamiento de Sedaví (o consentidas por los gobiernos municipales) que por su carácter irregular se han venido denunciando por CIUDADANOS Sedaví en las dos legislaturas en las que se ha tenido representación en la corporación municipal.
Las actuaciones que hemos denunciado se remontan a cuatro legislaturas. Desde el gobierno del PP al actual del PSOE, pasando por el trienio Compromís. Nuestros alcaldes no han sido nada transparentes en su gestión y por las pruebas aportadas, parece que no se han distinguido por su lucha contra la corrupción. Más bien parece lo contrario.
Pero lo que es evidente, es que ni los alcaldes solos, ni con el apoyo de sus concejales se puede actuar con la impunidad que lo han hecho. Han necesitado colaboradores dentro de la administración municipal para permitir las corruptelas que se han denunciado.
Es evidente que la mayoría de los funcionarios (sean de carrera o personal laboral) son honrados, pero seguramente no todos. Es muy difícil ser totalmente imparcial, cuando la promoción o mejora económica de un funcionario depende en muchos casos de su afinidad política con el alcalde o concejal de turno y en muchos casos de la obediencia ciega. Igual se amaña un informe, se “olvida” información relevante o no se “ven” irregularidades urbanísticas faraónicas. Hemos de tener en cuenta que existen en la administración partidas salariales variables que pueden depender del político. Lo que en el Ayuntamiento de Sedaví se llama “Incentivos al rendimiento”, y que engloba la “Productividad” (¿como se mide?) y las “Gratificaciones” (¿quién las concede?). En el Ayuntamiento de Sedaví durante estos años se han registrado casos realmente escandalosos.
El ayuntamiento de SEDAVÍ necesita transparencia. El funcionario no puede depender y trabajar para el político y en algunos casos para su propio interés de manera ilegal. El funcionario se debe al ciudadano que paga su sueldo y a su profesionalidad. Por tanto es el primero que conocida una irregularidad debería denunciarla.
El funcionario que se pone al servicio del político para tapar sus corruptelas y no realiza en el ejercicio de su cargo la fiscalización y denuncia de actuaciones irregulares se convierte en cómplice de la corrupción y desprestigia a la institución a la que pertenece.
Es algo, que reconocemos que es difícil, pero es necesario para crear una sociedad más justa.
El PSOE y sus comparsas con la nueva ley de la Función Pública pretende crear al “funcionario de partido” permitiendo los ascensos politizados a dedo. ¿Qué mejor forma de no tener unos servicios públicos de calidad y abrir más la puerta a la impunidad?.
Recordar que un funcionario, también puede denunciar (aunque recurra al anonimato) prácticas ilegales que conozca.
CIUDADANOS Sedaví, el único partido que ha declarado la lucha a la corrupción, recibirá con agrado cualquier información en este sentido, que se pueda contrastar.