Solo”Mis Jueces”son “Justos” y “Agradecidos”

A Sánchez le queda por controlar el Consejo General del Poder Judicial. Quiere la renovación para colocar a jueces amigos. Parece que en España no hay otra urgencia que renovar esos jueces que con el cargo caducado seguirían pudiendo actuar en funciones si el Gobierno “progresista” no hubiera reformado la Ley Orgánica del Poder Judicial.

Resulta que el presidente en funciones puede hacer y deshacer, pactar con delincuentes y someter a la nación a sus caprichos. Pero hay que forzar un cambio de jueces.

Y la pregunta es ¿los jueces no actúan según justicia? ¿los jueces son jueces independientes? ¿son jueces honrados?

Entonces, ¿porque ese interés tan sospechoso en cambiar unos jueces por otros?

Argumenta Sánchez que la política se está judicializando, cuando es la justicia la que se está politizando. La amnistía era ilegal, hasta que por necesidades personales de Sánchez se tiene que legalizar como pago de siete votos. Además, nos vende que la amnistía no solo es legal, además es beneficiosa. ¿A quién beneficia amnistiar a unos delincuentes? Solo a los delincuentes. Es más, incentiva la delincuencia. ¿Qué garantías democráticas puede tener una sociedad que depende de una trama que decide lo que es delito o no en base a intereses personales?

Decía Sánchez que había que “hacer de la necesidad virtud”. ¿Necesidad de quién? La sociedad española no le votó mayoritariamente. Además, la frase es “Hacer del vicio, virtud”.

Ahí sí que encaja más.

También dice en cuanto a la renovación del CGPJ que “primero la obligación y después la devoción”. Según él, primero tiene que asegurarse que “sus” jueces copen el Consejo y después ya se reformará el criterio de elección de forma que los jueces del CGPJ sean elegidos por los jueces y no por Sánchez. Vuelve a querer engañarnos. La obligación es que se cumpla con el sistema de representación en el que Europa insiste y después, con garantías de que el CGPJ no va a ser un apéndice más del sanchismo, elegir a los jueces.

Lo que para Sánchez es normal (“¿de quién depende la Físcalía? Pues, eso”), solo es normal en un sistema sin garantías. Nombramiento como los de Delgado, Conde-Pumpido, Fernando Galindo (un admirador, un esclavo, un amigo, un siervo…) son un insulto a la democracia. Por muy devotos de su Sanchidad que sea

https://www.libertaddigital.com/espana/2023-11-21/el-letrado-mayor-del-congreso-fue-tambien-cargo-del-psoe-en-el-ayuntamiento-de-madrid-cuando-sanchez-era-concejal-7072274/

Primero la obligación: preservar la democracia y con ello la división de poderes. La devoción si acaso para mejor ocasión. La Libertad está en riesgo

Deja una respuesta